El Consejo de Derechos Humanos
de la ONU comenzó a debatirlo para proteger la privacidad de las
personas de la cibervigilancia "sin restricciones", impulsada por
políticos que se alimentan del miedo al terrorismo.
El
tratamiento del informe, que plantea que las medidas de protección
tradicionales -como las reglas sobre la escucha telefónica- son
anticuadas en la era digital, llega después de que Wikileaks revelara miles de documentos sobre las herramientas que la CIA utiliza para hackear sistemas, teléfonos y hasta televisores para acceder a datos privados.
"Es
tiempo de empezar a recuperar el ciberespacio de la amenaza de la
sobrevigilancia", afirmó ante el Consejo el autor del informe, Joe
Cannataci, a quien la ONU designó como el primer relator especial sobre el derecho a la privacidad en 2015, tras las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje masivo de la NSA estadounidense.
El
relator planteó que la creación de una "garantía internacional" para el
acceso a los datos o la vigilancia unificaría los estándares globales,
según informó Reuters.
El documento postula
que "lo que el mundo necesita no son más mentiras patrocinadas por
Estados en internet, sino un acuerdo racional y civilizado sobre el
comportamiento apropiado del Estado en el ciberespacio", y asegura que
"esto no es una utopía, es una realidad fría y dura".
Cannataci
señaló que activistas y "algunas de las grandes corporaciones
internacionales" estaban debatiendo el borrador del proyecto a
presentar, que se espera esté publicado en un año.
Su
reporte critica las leyes que arremeten con la privacidad en nombre del
combate al terrorismo y cuestiona que esas normas están basadas
únicamente en el temor, algo que Cannataci comparó con la orden del
presidente estadounidense Donald Trump de restringir los viajes de los
ciudadanos de seis países de mayoría musulmana.
"El nivel del
miedo impide que el electorado evalúe objetivamente la efectividad de
las medidas intrusivas a la privacidad que se proponen", señala el
escrito. "Tratar de parecer duro en seguridad al legitimar medidas
intrusivas inútiles, altamente caras y totalmente desproporcionadas con
la privacidad -y otros derechos- de tanta gente no es la forma en la que
deben actuar los gobiernos", continúa.
El comienzo de este debate
llegó apenas un día después de que Wikileaks publicara casi 9.000
documentos que describen cómo la CIA estadounidense se vale de técnicas
de hacking para vulnerar teléfonos, televisores y sistemas operativos
para espiar personas.
Agencia Télam