El Gobierno indio se enorgullece de haber
identificado a más de mil millones de personas en la mayor base de datos
biométricos del mundo: para unos es una hazaña digna de admiración, y
para otros un peligroso experimento que pone mucha información privada
en riesgo.
El programa Aadhar arrancó en 2009 con el reto de
registrar digitalmente a todos los habitantes del segundo país más
poblado del mundo, unos 1250 millones, según la última estimación del
censo en 2015.
Siete
años... Continuar leyendo