Nuestros mails llenarían docenas de resmas de papel y en una sola
vacación sacamos más fotos que una familia, medio siglo atrás, en toda
su historia; pero ese material es transitorio y volátil.
Ariel Torres/La Nación
Pobres biógrafos. La que les espera. Y a los
historiadores, lo mismo. Las cartas, epístolas, esquelas, cuadernos,
diarios personales, notas diversas y borradores han sido durante siglos
el alimento de sus semblanzas. Toda esta documentación, auténtica o
espuria, profesional o... Continuar leyendo