Cada vez que compramos un producto, suele ir protegido
por algún tipo de embalaje. Cuanto más grande e importante es lo que
compremos, más complejo será el embalaje. Se trata de millones de
toneladas de plástico al año que se utilizan para fabricarembalajes, que
son literalmente arrojadas a la basura al instante, ya que no tienen
otro uso, y pocas veces son reciclados. Principalmente se utiliza el
plástico en la forma de poliestireno o telgopor, que no es sólo un
problema de manejo de residuos, sino que no es biodegradable, lo que
significa que estará allí donde lo dejemos durante cientos de años.
En algunos casos, terminará en el océano o en los ríos,
y allí será degradado mecánicamente o por la acción del sol, hasta
volverse casi microscópico. No podremos verlo, pero seguirá allí, y
quedará en la tierra, o en el agua donde será absorbido por la fauna
marina, como los peces, que a su vez terminan convirtiéndose en nuestro
alimento, por lo que ese plástico, que arrojamos tan desinteresadamente,
termina dentro de nosotros.
Pero esto no tiene por qué ser así, ya que hay un nuevo
material de embalaje, un material que puede ser cultivado, que es cien
por ciento biodegradable, incluso es compostable, es decir que podemos
utilizarlo para enriquecer la tierra de nuestro jardín. Se trata de
utilizar hongos que pueden convertirse en un polímero igual de
resistente, maleable, práctico y barato que el plástico. La tecnología
se viene desarrollando desde 2007, e incluso empresas grandes como Dell
lo utilizan para el embalaje de sus computadoras.
Este material de embalaje biodegradable se llama
Mycobond, y fue desarrollado por Gavin McIntyre y Eben Bayer, quienes
fundaron Ecovative Design
, en Nueva York, para poder comercializar su proyecto. Se trata de un
compuesto de desechos de la agricultura y raíces de hongos, que no sólo
se fabrica con componentes naturales, sino que su fabricación requiere
un octavo de la energía que la del poliestireno, y los gases de efecto
invernadero que emite durante su fabricación son un décimo que los del
plástico.
McIntyre y Bayer lo desarrollaron como un proyecto
personal, con la idea de evitar las millones de toneladas de desechos
plásticos que se generan cada año por su uso en la industria del
embalaje. "Nosotros no fabricamos el material, lo cultivamos", dicen.
Una ventaja al no depender de las fluctuaciones del precio del petróleo,
ya que no hay escases de unos organismos que lo único que hay que hacer
es cultivarlos y multiplicarlos. Pueden ver un video de la charla que
Bayer dio en las TED de 2010, en el que hacia el final muestra cómo es
el proceso de fabricación del Mycobond.
Para resumirlo, el proceso de fabricación consiste en conseguir
desperdicios que genera la agricultura, restos orgánicos que servirán de
"alimento" para los hongos. Esos desperdicios deben ser esterilizados,
para que las fibras de hongos, elmicelio, puedan crecer. Justamente el
producto recibe el nombre porque lo que se utiliza es la parte menos
conocida del hongo, la que no se ve y está debajo de la tierra, es decir
su cuerpo vegetativo. El micelio está compuesto por filamentos llamados
hifas que crecen con mucha rapidez, hasta un milímetro por hora. En el
video de TED podemos ver cómo unos recodos de embalajes, al estilo de
esos de telgopor, que estaban cultivando crecieron en tan sólo cinco
días, decenas de ellos.
El proceso de esterilización es para matar cualquier
otra espora de hongos que puedan competir con el elegido, este proceso
no es dañino con el medioambiente, porque se utilizan compuestos
naturales para desinhibir el crecimiento microbiano, y es casi tan
efectivo como el famoso sistema de autoclave utilizado para desinfectar
materiales médicos. El resto del proceso no necesita casi consumo
energético, dado que sólo consiste en esperar que el micelio crezca y
digiera el material orgánico de desecho, que suele ser algodón o fibras
de madera. Este crecimiento ocurre dentro de un molde, que será el que
le de la forma que el cliente requiere para sus embalajes. No se
necesita energía para dar forma al producto.
Una vez que ha crecido como para completar el molde, se
le da un tratamiento de calor para detener el crecimiento, y se envía
al cliente. Así, la empresa Ecovative desarrolla el producto que llaman
genéricamente EcoCradle. No se limitan solo a embalajes, un producto
llamado Greensulate sirve como aislante en los hogares, tan efectivo
como los de gomaespuma, pero a base de hongos. También están
desarrollando materiales para automóviles, como para utilizar de relleno
en los paneles, paragolpes, guardabarros, etc.
Perfila ser un material con futuro, que está
prosperando, ya está aquí, sólo hace falta que las compañías que cada
año gastan tanto dinero en embalajes contaminantes se preocupen por el
medio ambiente y busquen alternativas como esta.